La primera misión privada a Venus se ha retrasado dos años

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La primera misión privada a Venus se ha retrasado dos años

Ilustración artística de la sonda Venus planeada por Rocket Lab acercándose al segundo planeta desde el sol. / Rocket Lab

Rocket Lab, la empresa de lanzamientos con sede en California, ha comunicado un retraso en su ambiciosa misión privada a Venus. Originalmente programada para ser lanzada el mes pasado, la misión ha sido pospuesta hasta al menos enero de 2025. La compañía aún no ha ofrecido una explicación detallada para este retraso.

 

¿Vida en Venus?

La misión Venus de Rocket Lab se anunció por primera vez en agosto de 2020. Su principal objetivo es investigar la atmósfera de Venus en busca de las condiciones propicias para la existencia de vida.

Venus, el planeta más caliente del sistema solar, se considera un lugar inhóspito, con temperaturas superficiales capaces de derretir el plomo. Sin embargo, descubrimientos recientes indican la posibilidad de vida microbiana en las alturas de la atmósfera venusiana, donde las condiciones son más parecidas a las de la Tierra.

En 2020, investigadores encontraron indicios de fosfina en las nubes de Venus. En nuestro planeta, este compuesto incoloro, inflamable y tóxico se encuentra en pantanos y otros entornos como subproducto de la vida microbiana. Este hallazgo despertó un renovado interés científico en Venus y sirvió como catalizador para la misión de Rocket Lab.

«Siempre he sentido que Venus tiene una mala reputación», afirmó el fundador y director ejecutivo de Rocket Lab, Peter Beck, el año pasado.  «El descubrimiento de la fosfina fue el factor decisivo. Necesitamos ir a Venus en busca de vida», agregó.

 

La misión

La estimación de costos para la misión de Rocket Lab, financiada conjuntamente por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y filántropos anónimos, es de 10 millones de dólares. Esta cifra representa una fracción del presupuesto estimado para las futuras misiones de la NASA a Venus, DAVINCI y VERITAS, programadas para finales de la década de 2020 y principios de la década de 2030.

La sonda de Rocket Lab, compacta y liviana con dimensiones de 15 pulgadas de ancho y un peso de solo 45 libras, ha sido diseñada para ser eficiente y rentable. Se lanzará al espacio a bordo del cohete Electron de Rocket Lab y será transportada a Venus por la nave espacial Photon de la compañía.

El viaje tendrá una duración de 5 meses, pero su período de recolección de datos será aún más breve. Durante el descenso desde una altitud de 60 a 45 km en la atmósfera venusiana, la sonda solo dispondrá de 3 a 5 minutos para recopilar información. En ese lapso, su objetivo será buscar moléculas orgánicas complejas y analizar su composición, concentración y formas.

 

Sonda y atmosfera de Venus
Gráfico que ilustra el descenso planificado de la sonda a través de la atmósfera de Venus. / NASA /ARC Vía Researchgate

 

Es importante tener en cuenta que la detección de moléculas orgánicas no confirmaría la presencia de vida microbiana en las nubes de Venus. Sin embargo, podría indicar que este abrasador mundo posee condiciones más propicias de lo que se creía.

Aunque el retraso en la misión de Rocket Lab supone un contratiempo, no resta importancia a su trascendencia. La búsqueda por comprender a Venus y su potencial para albergar vida continúa. Mientras esperamos al año 2025, aumenta la expectativa ante la posibilidad de un descubrimiento innovador que amplíe nuestra comprensión de este vecino planetario.

Los detalles del anuncio fueron reportados inicialmente por el sitio web TechCrunch

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