Los ojos revelan signos de Parkinson siete años antes de que aparezca la enfermedad

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Los ojos revelan signos de Parkinson siete años antes de que aparezca la enfermedad

Los ojos no son la ventana del alma, pero sí del sistema nervioso central; al observarlos con atención, es posible descubrir indicios de la enfermedad de Parkinson hasta siete años antes de la aparición de los síntomas.

 

Escaneando los ojos

Los escáneres oculares tridimensionales son utilizados por expertos en la visión para analizar la salud de la retina, que consiste en un conjunto de células nerviosas ubicadas en la parte posterior del ojo. En algún momento, se percataron de que estos mismos escáneres albergaban información relacionada con la salud corporal y cerebral.

Desde entonces, los científicos han procurado aprovechar estas observaciones para diagnosticar afecciones y trastornos neurológicos como el Alzheimer, la esclerosis múltiple, la esquizofrenia y el Parkinson en un campo en desarrollo llamado «oculomía».

«Sigo sorprendiéndome por lo que podemos averiguar mediante escáneres oculares», afirma el oftalmólogo Siegfried Wagner del Moorfields Eye Hospital.

En colaboración con colegas de varios hospitales en todo el Reino Unido, Wagner ha liderado el estudio más extenso hasta la fecha sobre imágenes de la retina y su relación con la enfermedad de Parkinson.

Anteriormente, los científicos habían notado que las retinas de los pacientes que fallecieron a causa del Parkinson mostraban anomalías, pero no estaba claro si esos cambios eran detectables en vida. Los nuevos hallazgos sugieren que sí es posible. De hecho, los ojos podrían ser una ventana a cómo surge y progresa la enfermedad.

 

Distinguiendo la retina

Mediante el apoyo de un programa de inteligencia artificial, los investigadores compararon los escáneres oculares de 154,830 pacientes de 40 años o más. De este conjunto, las 700 personas con diagnóstico de Parkinson presentaron una pequeña pero significativa diferencia en el aspecto de sus retinas.

Los escáneres oculares exhibieron un adelgazamiento en la capa de células ganglionares internas, un tipo de neurona responsable de transmitir información visual a través de la dopamina.

Posteriormente, los científicos emplearon esta información en su análisis de los escáneres oculares de 67,311 individuos provenientes de la base de datos del BioBank del Reino Unido, donde 53 de ellos fueron diagnosticados con Parkinson durante el estudio. La conclusión fue que este adelgazamiento en la capa ganglionar interna puede aparecer en las primeras etapas del Parkinson, incluso antes de que se manifiesten los síntomas clínicos.

Estos hallazgos refuerzan informes anteriores sobre el adelgazamiento de los ganglios en personas con Parkinson y aportan más respaldo a la noción de que es posible encontrar en los ojos algunos de los primeros indicios externos de la enfermedad.

Hoy en día, una de las dificultades principales en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Parkinson radica en que los síntomas tienden a quedarse rezagados con respecto a su patología subyacente. Detectar las etapas iniciales a través del ojo podría revolucionar tanto la manera en que los médicos abordan el tratamiento como la forma en que se estudia la enfermedad.

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