El Premio Nobel de Medicina y Fisiología del 2022 fue para Svante Pääbo. El genetista de origen sueco estudió el origen del hombre y es famoso por sus estudios genéticos de los pueblos antiguos. Los detalles del galardón fueron compartidos en un comunicado de prensa disponible en el sitio web del Comité.

En 2022 se publicó la secuencia completa del genoma humano. Esta tarea tomó alrededor de cuarenta años, a pesar de que los investigadores tienen acceso a una gran cantidad de muestras. 

Svante Pääbo comenzó su carrera más o menos al mismo tiempo que se iniciaba el Proyecto Genoma Humano. El científico quería conocer si era posible secuenciar el ADN de homínidos extintos. Como sabemos, las moléculas de ADN no se preservan bien con el paso del tiempo.  

Por ese motivo, la tarea era bastante desafiante. A diferencia de la sustancia intercelular de los huesos, las células mismas se conservan muy mal y las macromoléculas individuales, incluido el ADN, aún peor.

El trabajo de Pääbo

Pääbo se ocupó primero del genoma mitocondrial, el cual es más simple y más corto. Luego, cuando logró extraerlo y secuenciarlo, fue por el genoma nuclear. Y en 2010 recopiló el primer borrador completo del genoma de un hombre antiguo, un neandertal. 

Gracias a esto, se logró comparar el ADN neandertal con el genoma de los humanos modernos, lo cual permitió sacar conclusiones sobre sus lazos familiares, y la cantidad de secuencias neandertales antiguas que se han conservado en la gente moderna.

Más adelante, el equipo de Pääbo pudo estudiar un hueso de un homínido desconocido hallado en una cueva del sur de Siberia en 2008. Los investigadores descubrieron que tenemos una nueva población; sus representantes fueron llamados denisovanos, por el nombre de la cueva.

Durante las excavaciones, se encontraron otros denisovanos, y la paleogenética, con la participación de Pääbo, continúa descubriendo otros detalles. Por ejemplo, ahora sabemos cuándo vivieron y cómo se cruzaron con otros pueblos antiguos.

El premio

Los descubrimientos realizados por los colegas de Pääbo y sus seguidores pueden servir como base para futuros premios Nobel. Mientras tanto, el comité destacó la contribución de Pääbo al desarrollo de métodos para aislar, purificar y analizar ADN antiguo. 

El premio de este año fue una sorpresa: se esperaba que estuviera más cerca de la medicina. Tan es así, que el propio Pääbo no era considerado el favorito de la «carrera» del Nobel. Al menos no apareció en los listados de Clarivate. 

Esta lista se compila anualmente sobre la base de citas. Los analistas seleccionan las áreas científicas más significativas, en su opinión, y buscan trabajos en ellas que los investigadores citan con mayor frecuencia. 

El galardón del año pasado fue otorgado a David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos de receptores para el tacto y la temperatura. El trabajo de los dos biólogos cambió profundamente nuestra visión acerca de cómo percibimos el mundo que nos rodea.