En el mapa lunar más completo hasta la fecha, la Luna parece haber estado jugando paintball.
No solo es increíble ver el mapa terminado, también actuará como un plan para futuras misiones a la Luna, guiando a los astronautas hacia lugares de aterrizaje adecuados y áreas que sean dignas de una mayor investigación científica.
El fascinante mapa de la geología lunar ha sido elaborado por un equipo de la NASA, el Instituto Planetario Lunar en Texas y el Centro de Ciencia de Astrogeología en Arizona, administrado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
A una escala de 1: 5,000,000, el mapa se hizo a partir de datos recopilados de seis mapas de la era Apolo, así como imágenes de satélite más recientes, además también han ayudado las muestras de rocas que se han recolectado en misiones lunares. Se utilizó software geográfico para unir todas las partes en un todo coherente.
Además de combinar varios conjuntos de datos antiguos y nuevos, los científicos detrás del proyecto también estandarizaron los nombres, las descripciones y las edades de las rocas, detalles que anteriormente habían variado de un mapa a otro.
También se ha agregado información topológica: la ubicación de cráteres, crestas, fisuras, crestas, fallas y todas las demás irregularidades en la superficie de la Luna. Hay más por venir, con expertos que planean mapas geológicos aún más detallados en el futuro.
Este proyecto de cartografía lunar fue más complicado que simplemente unir mapas de la era Apolo como piezas de rompecabezas y usar nuevos datos para modificar los detalles, en parte, porque los bordes de los mapas regionales no se alinearon. Muchas características de la superficie en los límites entre los mapas vecinos se etiquetaron con nombres, descripciones y edades inconsistentes.
Esas discrepancias surgieron porque los mapas de la era Apolo fueron creados por grupos de investigación separados, y dos equipos diferentes que miraban las mismas partes de la luna podían interpretar lo que veían de manera diferente. Por ejemplo, un grupo podría haber visto algo irregular en la superficie y llamarlo una falla, mientras que otro equipo podría haberlo leído como un fragmento expulsado durante la formación de un cráter.
Los científicos conciliaron esas discrepancias analizando la información de seis mapas regionales, junto con las nuevas observaciones del orbitador lunar, para descubrir las identificaciones adecuadas para las diferentes características de la superficie. Eso permitió al equipo trazar un mapa geológico completo de toda la luna.
En cuanto a futuras misiones, sin duda consultarán este nuevo mapa. Actualmente, la NASA planea enviar humanos a la Luna nuevamente en el 2024.
Pueden leer un estudio del mapa aquí y ver el mapa en línea aquí.
Fuente: Science Alert.
